viernes, 29 de diciembre de 2017
lunes, 30 de octubre de 2017
Modernidad y Posmodernidad
Modernidad
La
modernidad es definida de formas muy distintas, tiene que ver con las pautas
sociales relacionadas con la industrialización.
La modernidad se refiere al orden social surgido tras la ilustración y relacionado
con el progreso que cuestiona todas las formas de actuar de las sociedades
tradicionales y establece sus propias reglas de actuación, centradas en la
ciencia, el desarrollo económico, y
las leyes.
Se
caracteriza la modernidad a partir de cuatro dimensiones:
El
declive de las comunidades tradicionales, basadas en la solidaridad fundada en
una misma visión del mundo, con papeles bien definidos y gran sentido de
identidad y pertenencia.
La
expansión de las decisiones personales, el individuo moderno se hace cargo de
su propia vida, elige entre diferentes estilos de vida.
El
aumento de la diversidad de creencias, la racionalidad y la ciencia han hecho
perder influencia a las creencias religiosas.
La
orientación de las conductas es hacia el futuro, al contrario que en las
sociedades tradicionales que se centraban en el pasado.
La
modernidad no es estática, sino dinámica. Desde sus orígenes ha estado sometida
a constantes transformaciones.
Atendiendo
a los tres grandes paradigma teóricos de la sociología podemos observar cómo
conciben
la modernidad.
El paradigma Positivista (Durkheim) considera la modernización como el proceso de desarrollo
de la sociedad
de masas, que significa un modelo social en
el que la industria y la división social del trabajo han erosionado los lazos
sociales tradicionales, y se caracteriza por las estructuras de parentesco débil,
las comunidades impersonales y los individuos atomizados. La explosión
demográfica, la urbanización y la especialización han hecho que las personas se
conozcan por su profesión; los medios de comunicación de masas sustituyen las
formas de comunicación directa, y las grandes organizaciones –y el Estado–
ocupan cada vez más espacio y penetran en la vida de los individuos. Aumentan,
también, los derechos individuales y la tolerancia hacia las diferencias y
mejora el nivel de vida, pero se incrementa la impersonalidad, el egocentrismo
y la falta de normas comunitarias. Como consecuencia de ello, los individuos
están más aislados y ansiosos. La teoría de la sociedad de masas sugiere que la
gran diversidad social, la atomización y el vertiginoso cambio social pueden
dificultar que muchas personas adquieran una identidad coherente con su entorno
social. Y así como en la sociedad tradicional abundaba el tipo de vínculo entre
las personas dirigido por la tradición (Solidaridad mecánica), que expresaba
una conformidad rígida con los modos de vida venerados por sus antepasados, en
la sociedad moderna impera el tipo de vinculo dirigido por los otros (Solidaridad
orgánica), que supone una receptividad a las últimas tendencias y modas, a
menudo expresadas en la práctica de imitar a los demás.
El paradigma crítico (Marx), plantea
que la modernidad adopta la forma de una sociedad de clases, una sociedad
capitalista que muestra una profunda desigualdad social. Y es esta enorme
desigualdad la que genera esa impotencia personal propia de las sociedades
modernas. El capitalismo, insaciable en su crecimiento de la producción y el
consumo, y basado en el interés individual, promueve el egocentrismo y
convierte al ser humano en mercancía en un doble sentido, por una parte como
fuente de trabajo y por otra como mercado de consumo. El individuo es una mera
pieza de un mecanismo social. El capitalismo también promueve la ciencia, como
fuente de productividad.
Por
otra parte desde la teoría crítica se insiste en que lo que impide la promesa
de libertad individual es la persistente desigualdad que hace que muchas
personas se enfrenten cotidianamente con una gran incertidumbre económica y una
enorme carencia
de
poder. Las personas no sufren por exceso de libertad sino por la concentración del
poder y la riqueza, del conocimiento y la tecnología, en pocas manos. La
modernidad no es racional sino irracional, porque no consigue cubrir las
necesidades más básicas de miles de personas. La idea del progreso es desde
este punto de vista muy discutible.
Posmodernidad
La posmodernidad surge como término a mediados del siglo XX como una manifestación del arte, y es tomada por Lyotard en los ochenta, introduciéndolo en la sociología.Poco más tarde harán lo propio otras ciencias sociales. La definición del concepto, ha provocado un intenso debate entre autores que lo aceptan como referencia del fracaso de la modernidad (Lyotard, Vattimo o Lipovestki) y otros autores que rechazan la idea misma de posmodernidad (Habermas, Giddens y Beck).
Los
argumentos de los defensores del concepto de posmodernidad señalan que:
La
modernidad ha fracasado, no ha alcanzado sus objetivos. La fusión entre
desarrollo
industrial
y la razón iba a diseñar un mundo mejor y no ha sido así, se han multiplicado
las
diferencias.
La
ciencia ya no sirve para explicar la realidad. No sólo no ha resuelto los
problemas que
iba
a resolver sino que ha generado nuevos riesgos. La ciencia se ha convertido en
un instrumento del
poder que no busca la verdad sino servir unos intereses determinados, se ha convertido
en ideología.
El
progreso se desmorona a finales del siglo XX. Por todas partes surge la idea de
crisis, los conflictos locales y globales, el incremento del desempleo global,
la destrucción del planeta, el
agotamiento de recursos etc. La secularización ha convertido al progreso en
rutina, la renovación
permanente de las cosas solo sirve para el mantenimiento del sistema mediante la
gasolina del consumo.
En
la modernidad sirvieron como emancipadoras de la autoconciencia y situaron en
el
centro
del sistema a lo material. Ahora con el auge de las tecnologías de la
información y la
comunicación
se ha abierto un ideal de emancipación que ha erosionado el principio de
realidad. La
familia ha mudado su condiciones y estamos ante nuevas formas de relación entre las
personas.
La
cultura, que como estandarte de la modernidad iba a permitir la relación y el
intercambio
entre
los pueblos, se ha convertido en pura mercancía. Las vanguardias culturales y
artísticas están sometidas al mercado. Todo lo que gira en torno a la
posmodernidad es pura representación.
Calidad
de vida: la modernidad extendió la idea del desarrollo como mejora de las
condiciones de vida de la humanidad.
El
progreso, la ciencia y la racionalidad no lo han logrado y muchas personas
están aún peor. El capitalismo destruye el trabajo, establece condiciones de
trabajo precarias, han aumentado los riesgos medioambientales y se ha reducido
la calidad de vida.
La
postmodernidad significa una radicalización de la modernidad que ha llevado a
un acomodo del individuo aceptando el presente como objetivo de la vida
cotidiana.
jueves, 14 de septiembre de 2017
Paradigmas Sociológicos
PARADIGMA POSITIVISTA O NATURALISTA
Emile Durkheim
(Francia, 1858-1917) es el representante del Paradigma Positivista.
Gran parte de su obra está dedicada a
fundamentar el carácter científico de la sociología. En "Las reglas del
método sociológico" de 1895, plantea la necesidad de abordar ciertas conductas,
de una forma distinta a como lo hace la psicología o la biología, les denomina hechos
sociales. Siguiendo los criterios de las ciencias naturales, especialmente de
la física, los hechos sociales deben ser el objeto de estudio de la sociología, abordados objetivamente
por medio de reglas metodológicas (método científico), que el científico social debe aplicar para
descubrir las sus causas sociales de tales conductas, y las leyes del comportamiento social.
Durkheim reconoció que
la sociedad existe más allá que los individuos que la componen; la sociedad
tiene una vida propia que se extiende más allá de nuestras experiencias
personales. Estaba aquí antes de que hubiéramos nacido, nos reclama mientras
estamos vivos, y permanecerá mucho después de que nos hayamos ido. Explicaba
que las pautas de la conducta humana forman estructuras establecidas; son
hechos sociales que tienen una realidad objetiva mas allá de las vidas y las
percepciones de los individuos concretos. Las normas culturales, los valores,
las creencias religiosas permanecen como hechos sociales. Experimentamos la
influencia de la sociedad cuando vemos el orden que existe en nuestras vidas o
cuando nos enfrentamos a la tentación de romper normas y sentimos que las
reglas morales nos detienen. Su opinión era que los desordenes podían
solucionarse mediante reformas sociales. Algunos de los conceptos fundamentales
en la obra de Durkheim son: Hecho social, Coerción, Cohesión.
LOS HECHOS SOCIALES
Emilio Durkheim define Hecho Social como: las maneras de hacer, pensar y sentir exteriores al individuo, que ejercen un poder coercitivo sobre su conducta orientándola en todo su desarrollo. Ademas son colectivos.
Durkheim manifiesta en su concepto de hecho social cómo los caracteres culturales moldean a los sujetos y les predisponen a comportarse y pensar de una determinada manera, en concreto en función de los elementos culturales que el sujeto haya ido interiorizando a lo largo de su proceso de socialización, un proceso que durara toda su vida biológica y social. Se obtiene de esta clara relación el significado del hecho social por su claro condicionamiento de rasgos y actitudes culturales que influyen en el individuo tanto de forma consciente como de forma inconscientes y que le predisponen a actuar y pensar de una determinada manera.
Durkheim manifiesta en su concepto de hecho social cómo los caracteres culturales moldean a los sujetos y les predisponen a comportarse y pensar de una determinada manera, en concreto en función de los elementos culturales que el sujeto haya ido interiorizando a lo largo de su proceso de socialización, un proceso que durara toda su vida biológica y social. Se obtiene de esta clara relación el significado del hecho social por su claro condicionamiento de rasgos y actitudes culturales que influyen en el individuo tanto de forma consciente como de forma inconscientes y que le predisponen a actuar y pensar de una determinada manera.
Revisemos los características básicos
de los hechos sociales.
Exteriores: El hecho social, viene desde afuera del individuo. Actúa por tradición, repetición, costumbre. se da en sociedad o en grupo, no individual.
Exteriores: El hecho social, viene desde afuera del individuo. Actúa por tradición, repetición, costumbre. se da en sociedad o en grupo, no individual.
Coercitivos: El hecho social es impuesto desde afuera.
Colectivos: El hecho social es parte de la cultura de la sociedad. Se diferencia de toda forma individual.
Durkheim y la modernidad
Según Durkheim, para llegar a ser científica, la sociología debía estudiar Hechos Sociales, es decir, aspectos de la vida social -como el estado de la economía o la influencia de la religión- que configuran nuestras acciones individuales. Creía que debíamos estudiar la vida social con la misma objetividad con que los científicos se ocupan de la naturaleza.
El primer principio de la sociología para Durkheim era el famoso "¡Estudia los hechos sociales como si fueran cosas!". Con ello lo que quería decir era que la vida social puede ser analizada con el mismo rigor que los objetos o acontecimientos de la naturaleza.
A Durkheim le preocupaban los cambios que en su época estaban transformando la sociedad y creía que lo que la mantiene unida son los valores y costumbres compartidos.
Su análisis del cambio social se basaba en el desarrollo de la división del trabajo (el aumento de las diferencias complejas entre las distintas ocupaciones). Para Durkheim este proceso estaba desplazando cada vez más a la religión como principal núcleo de cohesión social. A medida que se expande la división del trabajo, las personas se van haciendo más dependientes de los demás, porque cada una de ellas necesita bienes y servicios que le proporcionan los que realizan otras ocupaciones.
Según Durkheim, los procesos de cambio en el mundo moderno son tan rápidos e intensos que crean grandes trastornos sociales, que él vinculaba con la anomia, una sensación de falta de objetivos y de desesperación producida por la moderna vida social. Los controles y normas morales tradicionales que solía proporcionar la religión han sido prácticamente destruidos por el desarrollo social moderno y ello deja a muchos individuos de las sociedades modernas con el sentimiento de que su vida cotidiana carece de sentido.
Según Durkheim, para llegar a ser científica, la sociología debía estudiar Hechos Sociales, es decir, aspectos de la vida social -como el estado de la economía o la influencia de la religión- que configuran nuestras acciones individuales. Creía que debíamos estudiar la vida social con la misma objetividad con que los científicos se ocupan de la naturaleza.
El primer principio de la sociología para Durkheim era el famoso "¡Estudia los hechos sociales como si fueran cosas!". Con ello lo que quería decir era que la vida social puede ser analizada con el mismo rigor que los objetos o acontecimientos de la naturaleza.
A Durkheim le preocupaban los cambios que en su época estaban transformando la sociedad y creía que lo que la mantiene unida son los valores y costumbres compartidos.
Su análisis del cambio social se basaba en el desarrollo de la división del trabajo (el aumento de las diferencias complejas entre las distintas ocupaciones). Para Durkheim este proceso estaba desplazando cada vez más a la religión como principal núcleo de cohesión social. A medida que se expande la división del trabajo, las personas se van haciendo más dependientes de los demás, porque cada una de ellas necesita bienes y servicios que le proporcionan los que realizan otras ocupaciones.
Según Durkheim, los procesos de cambio en el mundo moderno son tan rápidos e intensos que crean grandes trastornos sociales, que él vinculaba con la anomia, una sensación de falta de objetivos y de desesperación producida por la moderna vida social. Los controles y normas morales tradicionales que solía proporcionar la religión han sido prácticamente destruidos por el desarrollo social moderno y ello deja a muchos individuos de las sociedades modernas con el sentimiento de que su vida cotidiana carece de sentido.
Paradigma
Comprensivista o Interpretativo
Max Weber (Alemania,
1864-1920) representa al paradigma
Comprensivista o Interpretativo. El punto de partida de Weber es el estudio de
los comportamientos a partir de las intenciones de los sujetos al relacionarse.
Sostiene que al investigar sobre personas no se pueden obtener conclusiones del
tipo causa-efecto como si sucede en las ciencias naturales. La unidad de
análisis fundamental es la acción social.
La acción es todo conducta intencional, es decir que se realiza por un motivo; es social porque está orientada hacia otros sujetos.
Tipos de acción social:
Weber consideraba que el capitalismo industrial era en esencia de motivación racional, dado que los capitalistas persiguen beneficios de una manera sumamente racional.
Weber llegó a la conclusión de que los ciudadanos de las sociedades pre-industriales se aferran a la tradición, mientras que los ciudadanos de las sociedades industriales-capitalistas respaldan la racionalidad. Las personas en las sociedades modernas aceptan y persiguen la racionalidad: un deliberado y cálculo de de los medios más eficientes para lograr un objetivo determinado. Consideraba tanto la Rev. Industrial y el capitalismo, como evidencias de una oleada histórica de racionalidad. Utilizo la expresión racionalización de la sociedad para indicar el cambio histórico desde la tradición hasta la racionalidad como el modo dominante del pensamiento humano, definiendo el carácter de la sociedad moderna. Llegó a la conclusión de que el mundo y la sociedad moderna de ha desencantado, esto es, que los lazos sentimentales con el pasado se han sustituido por el pensamiento científico y la tecnología. La labor del sociólogo se centra en comprender las acciones de los sujetos en sociedad, para ello elabora instrumentos sociológicos para llevar adelante esa tarea. Algunos de esos instrumentos son los que denomina tipos ideales de acción social, que son de ayuda para comprender el sentido subjetivo de las acciones. Estos tipos ideales son: el tradicional, el afectivo, el racional orientado por valores, y el racional orientado por fines.
La acción es todo conducta intencional, es decir que se realiza por un motivo; es social porque está orientada hacia otros sujetos.
Tipos de acción social:
- Tradicional (costumbre); Son acciones conducidas por principios, normas, etc. en las cuales el componente racional es prácticamente insignificante. La rutina colectiva es el punto de partida originario en que puede surgir la acción social como tal, en cuanto acción tradicional; aquí la racionalidad subjetiva parece disuelta en el automatismo mecánico de la costumbre popular.
- Afectiva (emocional); De carácter principalmente irracional guiada por emociones como el amor, odio, etc. La acción afectiva constituye un momento posterior en el proceso de racionalización, y su contenido es la pasión individual. En su propia descarga afectiva, la conciencia subjetiva rompe con la rutina tradicional y, afirmándose como subjetividad, se pone en camino de la auto conciencia racional.
- Racional con arreglo a valores; Es decir además de perseguir un fin racional están guiadas por principios o normas morales. La racionalidad con arreglo a valores sigue implicando el momento de la colectividad y se corresponde con formaciones intelectuales tales como la religión, la ideología o la ética (determinada por la creencia en el valor religioso, ético o de cualquier otro y determinada conducta, sin relación alguna con el resultado).
- Racional con arreglo a fines: Cuando la razón subjetiva es auto consciente de sus fines individuales, la racionalidad deviene instrumental; es el momento de la acción racional con arreglo a fines, en la que su forma teórica es la ciencia, susceptible de aplicación tecnológica. Utilizadas como medios destinados a alcanzar un fin racional.
Weber consideraba que el capitalismo industrial era en esencia de motivación racional, dado que los capitalistas persiguen beneficios de una manera sumamente racional.
Weber llegó a la conclusión de que los ciudadanos de las sociedades pre-industriales se aferran a la tradición, mientras que los ciudadanos de las sociedades industriales-capitalistas respaldan la racionalidad. Las personas en las sociedades modernas aceptan y persiguen la racionalidad: un deliberado y cálculo de de los medios más eficientes para lograr un objetivo determinado. Consideraba tanto la Rev. Industrial y el capitalismo, como evidencias de una oleada histórica de racionalidad. Utilizo la expresión racionalización de la sociedad para indicar el cambio histórico desde la tradición hasta la racionalidad como el modo dominante del pensamiento humano, definiendo el carácter de la sociedad moderna. Llegó a la conclusión de que el mundo y la sociedad moderna de ha desencantado, esto es, que los lazos sentimentales con el pasado se han sustituido por el pensamiento científico y la tecnología. La labor del sociólogo se centra en comprender las acciones de los sujetos en sociedad, para ello elabora instrumentos sociológicos para llevar adelante esa tarea. Algunos de esos instrumentos son los que denomina tipos ideales de acción social, que son de ayuda para comprender el sentido subjetivo de las acciones. Estos tipos ideales son: el tradicional, el afectivo, el racional orientado por valores, y el racional orientado por fines.
Paradigmas y modernidad
Las ideas de Thomas Khun
El
filósofo de la ciencia (norteamericano) Thomas Kuhn publicó un pequeño libro
titulado, "La estructura de las revoluciones científicas" (1962). Las
tesis del libro demostraron ser de sumo interés para los sociólogos.
¿Cuál
era el enfoque de Kuhn?
Una
de las metas de Kuhn era desafiar las suposiciones comunes acerca del modo en
que la ciencia cambia. Desde el punto de vista de la mayoría de los científicos,
la ciencia avanza de un modo acumulativo, de manera que cada avance se construye
inexorablemente sobre todos los que le han precedido. La ciencia ha alcanzado
su estatus presente a través de aumentos lentos y constantes de conocimiento. Y
avanzará incluso más en el futuro.
Pero
Kuhn creía que esta concepción del desarrollo acumulativo de la ciencia era un
mito. Kuhn admitió que la acumulación jugaba cierto papel en el avance de la ciencia,
pero los principales cambios resultaban de las revoluciones. Kuhn ofreció una
teoría de cómo se habían producido los principales cambios científicos.
Creía
que la ciencia estaba siempre dominada por un paradigma específico, al que
llama ciencia normal. La ciencia normal consiste en un período de acumulación
de conocimientos en el que los científicos trabajan para extender el paradigma dominante.
Este trabajo científico inevitablemente genera anomalías, o hallazgos,
imposibles de explicar mediante el paradigma dominante. Si estas anomalías
aumentan se produce una etapa de crisis, que puede desembocar en una revolución científica.
El paradigma dominante se abandona y se
reemplaza por otro nuevo que ocupa su lugar en el núcleo de la ciencia.
Nace un nuevo paradigma dominante. En los periodos de revolución es cuando se
producen los grandes cambios en la ciencia
Usos del concepto de
Paradigma
Un
paradigma se puede utilizar para distinguir entre etapas históricas diferentes
en el desarrollo de la ciencia, la Premoderna de la Moderna. También sirve para
diferenciar una ciencia de otra. Se puede utilizar para distinguir la física de
la química o la sociología de la psicología. Estos campos tienen paradigmas distintos.
Hay un tercer uso del concepto de paradigma, que constituye el más útil para nosotros
aquí. Los paradigmas pueden servir para distinguir entre grupos cognitivos
dentro de una misma ciencia, en sociología por ejemplo encontramos el
Positivismo, el Interpretativo y el Crítico.
Pasemos
a ofrecer una definición de paradigma
que creemos fiel al significado de la obra original de Kuhn:
Un paradigma sirve para definir lo que
debe estudiarse, las preguntas que es necesario responder, cómo deben
responderse y qué reglas es preciso seguir para interpretar las respuestas
obtenidas. El paradigma sirve para diferenciar una comunidad científica de
otra. Define e interrelaciona las teorías y los métodos e instrumentos
disponibles. (Ritzer,1975a:7)
Con
esta definición podemos proceder al análisis de la relación entre los paradigmas,
la modernidad y la sociología.
Paradigmas de época
Paradigma premoderno
Dentro
de lo que aquí se denomina "premodernidad" se encuentran dos períodos
bien diferenciables pero que, comparten ciertas características, a saber: la
antigüedad clásica (centrada sobre todo en el pensamiento griego de los siglos VI
al IV antes de Cristo) y la Edad Media (siglos V al XV).
Del
primero de ellos (el "mundo griego") vale decir que da origen, que
funda la cultura occidental y da inicio al proyecto racionalista (y luego ilustrado) que recorre las venas de
toda nuestra tradición. Y que llega de algún modo, incluso, hasta nuestros
días.
Aquí
el concepto clave es el de logos. El significado que los griegos daban al logos
era el de "discurso explicativo y demostrativo", que se contraponía y
se complementaba con el mito. El mito se narraba sin necesidad alguna de
demostración, cuya "verdad" no residía en la verificación. Mientras
el mito poseía el sentido de una palabra que se esparce sin que sea necesario determinar
su origen ni confirmarla, el logos descansa en la fundamentación racional y la
demostración.
Así,
en esta contraposición entre mito y logos podemos encontrar la primera
manifestación del concepto de ciencia. El saber científico pertenece al logos,
en tanto es un discurso demostrativo, fundada en el que quizá sea el gesto más
propio y originario de nuestra cultura: la exaltación de una forma de lenguaje
y de racionalidad (la científica) sobre la base de la creencia en la plena
racionalidad de la realidad.
En
consecuencia, en el ámbito del logos los griegos distinguían entre el saber
cotidiano y vulgar -un saber no sólo no fundamentado sino que tiende a evitar
su examen, vale decir, acrítico-y el saber de la "ciencia", como
conocimiento fundamentado y crítico.
Frente
a este modo de comprender la realidad y el conocimiento el mundo de la Edad
Media aporta a nuestra tradición, básicamente, todo lo derivado de la concepción
cristiana de la vida. Por ejemplo, la subordinación de la razón a la fe. O lo
que es aún más importante, la
comprensión del mundo en términos de un orden divino. De este modo, la
prioridad dada al sentimiento religioso y a la fe por sobre las evidencias de
la racionalidad lógica y epistémica se funda no tanto en un rapto de
oscurantismo o de irracionalidad sino más bien en que el orden a partir del
cual es "leída" o interpretada la realidad es esencialmente
"divino" y no "racional".
Vale
decir, si se parte del supuesto o del a priori de una naturaleza cuyo sentido
eminente es el de ser "huella o signo de Dios" y de la idea de un
universo ordenado jerárquicamente en clave teológica es absolutamente
entendible que se antepongan las exigencias de la fe a los reclamos de la razón.
Sin
embargo, en la base de todas estas diferencias entre la concepción griega y la
cristiano-medieval, existe un conjunto de características compartidas, que son
las que hacen posible y pertinente hablar de un paradigma premoderno, ¿por qué?
Porque teniendo presente esa gran revolución científica de los siglos XVI y
XVII que va a dar lugar al nacimiento de una nueva época, la modernidad, es
claro que, frente a ella. el mundo antiguo y el medieval -a pesar de los
principios divergentes que los rigen-constituyen una unidad. ¿Cuáles serían,
entonces, los fundamentos de la misma? Aquí, aunque desde ya de un modo muy
simplificador y esquemático, cabe señalar, por ejemplo, los siguientes:
-
Orden jerárquico, se concibe el
universo como una gran escala o jerarquía de elementos que van desde la suma
perfección (el Dios cristiano o el "primer motor inmóvil" de Aristóteles)
a lo más imperfecto (los cuatro elementos clásicos: tierra, agua, aire y
fuego).
-
Orden teleológico, se piensa que
todo en el universo tiende hacia un fin, llámese éste "Dios" para la
religión, "idea de Bien" para Platón o "primer motor" para
Aristóteles.
-
Geocentrismo, se considera la tierra
como centro del universo.
-
Finitud del espacio, se cree en un
universo cerrado y finito, vale decir, con límites.
En
síntesis, lo que aquí denominamos "paradigma premoderno" se sustenta
en una comprensión del mundo muy difícil de entender para nosotros. Dado que,
como se dijo al comienzo del capítulo, "nuestra" idea actual de lo
científico tiene su origen más reciente en la modernidad.
Paradigma
moderno
Frente
al mundo premoderno, que se acaba de
describir en sus aspectos más básicos y generales, la modernidad
constituye un lento pero inexorable proceso de desacralización o
secularización. En primer lugar, se comienza a producir una constante y cada
vez más compleja separación de esferas o ámbitos dentro de la cultura y de la
sociedad. La más importante de ellas es la acontecida entre el orden de lo
religioso-eclesiástico y el de lo profano-mundano. Dicho en otros términos, una
de las diferenciaciones fundantes de lo moderno es la que se da (desde un punto
de vista institucional) entre la Iglesia y el Estado y (desde una óptica
cultural) entre la religión y la ciencia. En segundo lugar, la modernidad
entendida como proceso de secularización alude a un giro profundo y esencial
del pensamiento: el que va del teocentrismo medieval (preocupado por lo
sagrado) a la centralidad de los problemas práctico-mundanos (vale decir,
"seculares"). Concretamente, el núcleo de orientación de la cultura
moderna ya no será lo divino sino más bien la resolución de aquellos problemas
práctico-teóricos originados por los cambios sociales que tuvieron lugar a
partir de la aparición de la burguesía. Vale decir, se trata de un giro de lo teológico
a lo mundano, de lo sagrado a lo profano, del tiempo de lo divino (no
susceptible de medición alguna, dado que es la eternidad) al tiempo del mundo
(medible y divisible en siglos). Ahora bien, a pesar de no ser éste el lugar
donde se tratará la temática referida a los fundamentos filosóficos de la
modernidad-que será desarrollada en el próximo apartado-, cabe sin embargo
formular ya la siguiente pregunta: ¿cómo caracterizar ese largo y continuo
proceso de secularización que llega de algún modo hasta nuestros días?; ¿cuáles
son las características de "lo moderno"? La esencia de la modernidad
está dada por el ideal de una racionalidad plena. Esto implica o conlleva las
siguientes creencias:
1) El mundo posee un
orden racional-matemático. Galileo dice que "la naturaleza está escrita
en caracteres matemáticos", y ésa ha de ser su clave interpretativa acerca
de la realidad.
2) Dado este punto de partida (la comprensión del orden
natural a partir de un a priori racional-matemático) "lo moderno" se
caracteriza también por el surgimiento de una confianza absoluta en el poder de la razón: tanto en su poder
cognoscitivo como práctico. Esto es, surge una creciente certeza en la
capacidad no sólo teórica (en cuanto a la posibilidad de conocer mediante ella
la realidad) sino, sobre todo, en su poder de dominio y transformación de la
naturaleza.
3) Finalmente, cabe agregar que otro de los ideales
esenciales en los que se funda el programa moderno de una racionalidad plena es
la creencia en el progreso social como
consecuencia inexorable del desarrollo de la ciencia. Esto supone que el
progresivo despliegue y avance del conocimiento científico se traslada a toda
la sociedad, dando lugar a un orden social mejor y más justo. Y, además,
conlleva el supuesto de que todo proceso de innovación en ciencia es, en sí
mismo, bueno
A partir de
lo dicho sobre este ideal de racionalidad plena propio de la época moderna
puede entenderse, entonces, cómo es que recién desde aquí nace esa idea (tan
elemental para nosotros-de la ciencia como conocimiento superior, de la ciencia
como modelo de conocimiento. Es así como, desde la modernidad (origen reciente
de nuestra actual idea de conocimiento científico) "razón" y
"verdad" son pensados casi como sinónimos de "razón
científica" y de "verdad científica". Y es así como (desde
entonces) la racionalidad es pensada como (y reducida a) la racionalidad propia
de la ciencia.
Y sólo preguntar por la corrección de tales definiciones nos
instala sin más en la crisis del paradigma moderno, crisis que (para algunos)
da lugar incluso a un nuevo paradigma, el paradigma posmoderno.
viernes, 5 de mayo de 2017
Socialización y Control social
SOCIALIZACIÓN Y CONTROL SOCIAL
El individuo al nacer se encuentra en total dependencia del
grupo que lo recibe, y para sobrevivir requiere una protección
considerablemente más prolongada que cualquier otro animal. Sin ser recibido y
protegido por el grupo, la vida humana cesaría de inmediato. Pero esta
insuficiencia está compensada con creces, porque a diferencia de los animales,
cuya vida social está basada en el instinto, el ser humano cuenta con capacidad
de aprendizaje y con capacidad de comunicar y transmitir lo aprendido.
Una vez que se ha nacido físicamente, se debe continuar
naciendo. Se tiene que nacer para el grupo y en ese proceso el organismo
individual humano se convierte en miembro de la sociedad. Es un proceso de
aprendizaje que incorpora en el individuo el contenido cultural de los grupos
concretos de la sociedad, que realizan este proceso.
EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
Guy Rocher define la socialización como el proceso por cuyo
medio la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los
elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a su personalidad
bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales, y se adapta así al
entorno social en cuyo seno debe vivir.
Esta definición incluye elementos que desarrollamos a
continuación y sugiere tres aspectos fundamentales:
• La adquisición de
la cultura: se adquieren conocimientos, modelos de comportamiento, valores,
normas, el significado de los símbolos… En definitiva, los modos de sentir,
pensar, decir y hacer propios de los grupos, la sociedad o la civilización en
las que uno va a vivir.
Durante la primera infancia esta adquisición es mucho más
intensa pero eso no significa que el proceso acabe ahí, la socialización
prosigue durante toda la vida haciéndose otra vez intensa en determinados
momentos, como cuando tengamos que adaptarnos a un trabajo o educar a un hijo,
o divorciarnos, o emigrar, o incluso envejecer.
• La integración de
la cultura en la personalidad: algunos elementos de la sociedad y la
cultura pasan a ser parte integrante de la personalidad. Lo integrado en la
personalidad se convierte en regla de conciencia y en la manera “natural” o
“normal” de sentir, pensar, decir y hacer. Lo que hace que no se sienta la
obligación de obedecer permanentemente a la presión de una autoridad externa.
De la propia conciencia brota la fuente de conformidad que asegura la
tranquilidad de no parecer extravagante o perturbado.
• La adaptación al
entorno social: la persona socializada “pertenece” a la familia, al grupo,
a la religión, a la nación etc., lo que significa que tiene un lugar propio en
esa colectividad y comparte con el resto de los miembros sentimientos,
aspiraciones, gustos, actividades etc. para identificarse en el “nosotros” de
cada una de ellas.
¿Cómo una persona es inducida a orientar su acción de
acuerdo con los contenidos de una determinada cultura? ¿Cómo se impone el orden
de la cultura al ser humano?
EL ORIGEN SOCIAL DE LA PERSONALIDAD
Lo que hoy sabemos sobre la socialización se debe en gran
parte a las aportaciones de George Hebert Mead (1863-1931), que denominó a su
perspectiva teórica conductismo social. Pensaba que el entorno tenía una enorme
influencia en el individuo. Mead, estaba interesado en el estudio sobre la
formación de la conciencia, porque según su idea es el rasgo distintivo de la
especie humana.
El concepto fundamental de su teoría es el self,
dimensión de la personalidad configurada por la conciencia y la imagen que de
sí mismo tiene el sujeto. Según Mead el self no puede existir al margen de la
sociedad porque nace únicamente de la experiencia social del individuo.
Esa experiencia social es un intercambio simbólico en el que
a través del lenguaje las personas crean significados. Además, para entender la
intenciones de los otros debemos tener la capacidad de imaginar la situación
desde la perspectiva ellos. En efecto, nuestra capacidad para crear símbolos
nos permite separarnos de nosotros mismos y ponernos en la piel de otras personas,
por eso podemos anticipar su reacción. La interacción social requiere que nos
veamos a nosotros mismos desde la perspectiva de las personas con quienes
interactuamos y esto requiere que nos pongamos en el lugar de otros.
En efecto en la vida social los otros hacen la función de
espejos en los que uno se mira y se forma una imagen de sí mismo, las personas
se ven a sí mismas según cómo les ven otras personas.
Así pues nuestra capacidad de vernos a nosotros mismos a
través de otros implica que el self tiene dos componentes: el “self sujeto” que
emprende la acción al que denominó yo y el “self objeto” que permite mirarnos a
nosotros mismos para hacernos una imagen de nosotros mismos o autoevaluarnos y
al que llamó mi.
Mead explica que el self se desarrolla interactuando con los
otros y aprendiendo a ponernos en su lugar. Empezamos imitando sin entender la
intención de esas acciones porque no tenemos capacidad para usar símbolos.
Mediante el juego empezamos a manejar códigos simbólicos y a ponernos en el lugar
de “otros significativos” en situaciones concretas, como por ejemplo cuando
jugamos a papás y a mamás. Más adelante aprendemos juegos más complejos: juegos
colectivos, como por ejemplo el fútbol, que ya exigen ponerse en lugar de
varios de manera coordinada. Nótese que cuando niños muy pequeños empiezan a
jugar al fútbol todos corren detrás del balón, sólo cuando van madurando pueden
hacerse una idea mental de la posición en la cancha, tanto de sí mismos como de
sus compañeros. Por último se llega a una etapa en la que uno puede verse a sí
mismo desde la perspectiva de otras muchas personas, conocidas o desconocidas,
y en más de una única situación. O lo que es lo mismo, empezamos a reconocer
los valores y normas que son válidos para los demás y los incorporamos a
nuestro self.
Mead acuñó el término “otro generalizado” para referirse a
las normas y valores culturales ampliamente aceptados que nos sirven de base
para autoevaluarnos.
Pero el proceso de socialización no termina con la
culminación de esta etapa, continúa a lo largo de la vida y los individuos
acumulando experiencias pueden ir al mismo tiempo reconfigurando su self.
AGENTES DE SOCIALIZACIÓN
Lo que
diferencia a las distintas sociedades no es el proceso de socialización en sí
mismo sino los valores transmitidos, los agentes que intervienen y la
influencia que producen.
La expresión
agentes de socialización se utiliza para referirse a las instancias o vías
mediante las cuales se transmiten los conocimientos y valores. Podemos
referirnos a los grupos y los contextos sociales dentro de los cuales se
producen importantes procesos de socialización con el término agentes de
socialización.
La familia
La familia
desempeña un papel básico en la socialización debido a la imposibilidad del
cachorro humano de sobrevivir por su cuenta. Así pues, en primer lugar,
garantiza la supervivencia. Socializa, pero no crea los valores que inculca,
que tienen distintas procedencias: religión, clase social, nación etc. Por
tanto transmite valores, normas y conocimientos generados fuera de ella es pues
esencialmente un agente transmisor. Y lo hace de una forma continua y difusa.
Es la primera
agencia que recibe al niño y en ella se inicia el proceso. Influencias
posteriores lo harán sobre el terreno ya marcado por la familia. En la primera
infancia la socialización es exclusivamente familiar. Es el grupo más íntimo,
proporciona un sentido de identificación mutua que define un “nosotros”,
esencial para la transmisión de actitudes y sentimientos.
La primera
identificación del niño es con su familia y eso determina muchas otras formas
de pertenencia. Esa identificación dura toda la vida. La familia además,
transmite la posición social (estatus) Es mediadora con otras agencias de
socialización. En las familias se elige por ejemplo el tipo de escuela o se
incorpora a niños y niñas a otras experiencias socializadoras que completen la
educación de sus hijos.
La escuela
El sistema
educativo constituye el ámbito formal organizado para la transmisión cultural
de una generación a otra. La socialización se efectúa en el contexto de una
acción sistemática y planeada, ejercida por agentes específicos y con medios y
órganos especiales. En su seno actúan grupos de iguales que influyen en la
socialización.
La escuela
ensancha el mundo de relaciones del niño: allí se encuentra con personas
distintas a las de su familia, algunas con poder sobre él, otras en su misma
situación pero de proveniencias distintas.
Los
contenidos que transmite la escuela no se limitan sólo a los conocimientos
programados explícitamente. Existe también un currículum oculto que puede
incluir valores como la competitividad, el sentido del esfuerzo o incluso
diversas formas de adoctrinamiento nacional o político.
En la escuela
se experimenta por primera vez una forma de trato que se basa en lo que uno hace
más que en lo que uno es. Se es evaluado y surge la meritocracia en el aula
como una metáfora de lo que luego va a ser la desigualdad en la sociedad real.
Igualmente se
experimenta el sometimiento a normas estrictas y explicitas: puntualidad, horario,
silencio, uniformidad etc. que también resultan el ensayo general de lo que
será en el futuro la incorporación a las organizaciones donde cada uno tenga
que trabajar.
También puede
observarse cómo la escuela transmite actitudes y comportamientos distintos en
función del género.
El grupo de iguales
Además de la
familia hay otros grupos que intervienen en el proceso de socialización. Se
trata de los llamados grupos de iguales o de pares, en los cuales las
relaciones son también íntimas y cara a cara. Cada generación tiene ciertos
derechos y responsabilidades que varían a medida que aumenta la edad. En las
sociedades modernas el papel del grupo de iguales se vive de forma distinta,
aunque no hay grados de edad, a partir de los cuatro o cinco años muchos de
nuestros niños pasan mucho tiempo juntos en guarderías o escuelas y por tanto
las relaciones entre iguales son muy importantes en la socialización.
El grupo de
iguales se puede definir entonces como un grupo social compuesto por personas
de edad y posición social similar y con intereses comunes. Para un niño sus
iguales pueden ser sus vecinos o amigos de juegos, más adelante se tienen
compañeros de liceo o de actividad deportiva. Posteriormente compañeros de
carrera o de trabajo o incluso los padres de los amigos de los hijos.
En la
infancia el grupo de iguales transmite a sus miembros la noción de autoridad
informal y por tanto desarrolla una idea de mando diferente al de la estructura
familiar, una autoridad respetada por otros motivos. Además permite a los niños
eludir el control de los adultos, con lo que se va ganando una cierta
independencia personal, lo que resulta clave para aprender a establecer sus
propias relaciones y para formarse una imagen de sí mismos distinta de la que reciben
de sus padres o profesores.
Así mismo les
ayuda a compartir y explorar inquietudes, aficiones y experiencias vitales de diversa
índole. Los grupos de iguales pueden rivalizar con la autoridad de los padres, especialmente
en la época de la adolescencia en la que los jóvenes empiezan a distanciarse de
sus padres y formarse una imagen de adultos. En este momento de sus vidas los
jóvenes pueden desarrollar un fuerte sentimiento de adhesión al grupo de
iguales, que le ofrece una nueva identidad. Se puede discutir si en este
momento de sus vidas el grupo de iguales es la agencia de socialización más
importante en competencia con la familia.
Los medios de comunicación
Los medios de
comunicación de masas o “mass media” son capaces de transmitir información de
forma simultánea e impersonal a un gran número de individuos.
Es
incuestionable la influencia de los todos estos medios en el conocimiento, la
opinión y las actitudes de las personas, por esa razón se considera que los
medios constituyen una poderosa agencia de socialización.
TIPOS DE SOCIALIZACIÓN
Berger y Luckmann distinguen entre socialización primaria y
secundaria, en el libro “La construcción social de realidad” sugieren que el
individuo no nace miembro de la sociedad, sino con una predisposición hacia la
sociedad, y luego llega a ser miembro de la sociedad.
Socialización primaria
La socialización primaria es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez. Por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. Es decisiva no sólo por la plasticidad, sensibilidad y dependencia en la que se encuentra el niño, sino porque interioriza el mundo que le transmiten los otros como el único existente y posible. Esto significa que supone algo más que un mero aprendizaje por cuanto implica una adhesión emocional a esos otros significantes. Y eso es lo que le permite identificarse a sí mismo en un yo que supone un reflejo de las actitudes de los demás hacia él. Es un proceso en el que se va haciendo una abstracción paulatina de los roles y actitudes de otros específicos a los roles y actitudes en general: el otro generalizado del que hablamos en el capítulo anterior, la sociedad, en definitiva.
Los contenidos que se interiorizan durante la socialización
primaria varían entre distintas sociedades y distintos momentos de tiempo. El
proceso finaliza cuando cuándo el concepto del otro generalizado se ha
establecido en la conciencia del individuo. Pero por muy importante que sea, no
acaba aquí el proceso de socialización.
Socialización secundaria
La socialización secundaria se refiere a cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de la sociedad.
La socialización secundaria consiste en un conjunto de
procesos en los que se interiorizan diversos aspectos o “submundos específicos”
que suponen realidades parciales en contraste con el “mundo de base” adquirido
en la primaria.
Este tipo de socialización no tiene por qué requerir
identificación emocional.
Por otra parte hay que decir que suele aprenderse en
contextos institucionales, con alto grado de formalidad.
EL CONTROL SOCIAL
Si el fenómeno de la desviación es una constante universal,
también lo es la existencia de mecanismos de control mediante los cuales la
sociedad induce a los individuos a adecuarse a la norma. El control social es
el conjunto de mecanismos reguladores del orden social, mediante los cuales la
sociedad, por una parte, presiona al individuo para adherirse a las normas y,
por otra, reprime la manifestación de los comportamientos desviados.
De modo que el mecanismo más importante de control social es
la interiorización de las normas y valores de la sociedad a la que se
pertenece. A través del proceso de socialización se prepara al individuo para
que ajuste su conducta a las normas de forma espontánea o incluso inconsciente.
Los mecanismos de autocontrol o de control interno aprendidos en dicho proceso
son los más eficaces.
La desviación social
Para que la máquina del control social formal funcione es
necesario que estén definidos los comportamientos que se consideran desviados,
y esta definición la realiza la sociedad. La definición de la conducta desviada
depende de la estructura de poder existente en cada sociedad.
En todas las sociedades algunas personas dejan de comportarse
como se espera de ellas, y aunque la disconformidad varía mucho en forma y
frecuencia, existen algunos rasgos comunes en la desviación.
Ningún comportamiento es desviado por sí mismo, se vuelve
desviado cuando se define como tal. La desviación es, pues cualquier
comportamiento definido como una violación de las normas de un grupo o
sociedad. Sin reglas no hay desviación y, en un sentido más amplio, sin
organización social no cabe hablar de desviación social. La desviación es al mismo tiempo una amenaza a la
estabilidad social.
La anomia según Merton
Robert K. Merton (1910-2003) fue un sociólogo estadounidense, que abordó el tema de la
anomia en su obra "Estructura social y anomia" (1970). En este
trabajo, Merton concibe la idea de que en la sociedad existen
periodos de desviación de conducta y que se deben a coyunturas sociales
especificas. Sin embargo, agrega que estos periodos responden a la tensión
existente entre dos tipos de normas: las que señalan los objetivos a fines
culturales vigentes y las que prescriben los mecanismos o medios
institucionalizados o legítimos para obtener esos fines.
De esta forma, dice Merton, cuando existe un
desfasaje entre ambos, o cuando se enfatizan tanto objetivos (por ejemplo el
dinero o la fama) que ya no importan los medios para lograrlos (por ejemplo,
pierde valor el trabajo honrado) entonces se crean condiciones para el
surgimiento de la anomia, pues los individuos buscarán caminos alternativos a
los legítimos con tal de lograr rápidamente los fines.
Sabemos
entonces que en la vida cotidiana, y a pesar de los mecanismos antes
mencionados, con mayor o menor frecuencia las personas suelen transgredir los
limites y las normas sociales. Como hemos visto desde los deferentes
enfoques acerca de la anomia y sus
manifestaciones, la conducta desviada puede referirse a diferentes tipos de
acción: un delincuente, un líder social, un drogadicto, un suicida o un
individuo cualquiera que manifiesta abiertamente contra los que es considerado
habitual se pueden considerar como ejemplos de anomia, pues se apartan de las
normas sociales vigentes. Sin embargo, no debemos creer por ello que la anomia
trata sobre individuos desviados, sino que lo correcto es hablar de conductas
adoptadas por los individuos.
Cuando
en una sociedad se enfatizan los objetivos y valores culturales, en tal grado
que los medios institucionalizados pierden relevancia (por ejemplo se enfatiza
el valor de tener dinero pero no se valora el trabajo honrado) los sujetos se
sienten impulsados a elegir, no el medio más legitimo para alcanzar el fin,
sino únicamente el más eficaz (la estafa o el robo). Cuando este proceso se
acentúa, la sociedad se hace inestable y se produce la anomia.
El
interés de Merton se centra en la forma como los individuos se adaptan de
distintas maneras a las normas sociales. Distingue cinco tipos posibles de
modos de adaptación individual a las normas y valores de la sociedad y los
expone en el siguiente cuadro, en el cual (+) significa aceptación, (-)
significa rechazo y (-/+) significa rechazo de los valores vigentes y propuesta
por otros nuevos.
Modo de
adaptación Metas
culturales Medios
institucionalizados
Conformidad + +
Innovación + -
Ritualismo - +
Retraimiento - -
Rebelión -/+ -/
+
Conformidad: El individuo
elige fines y acepta medios compartidos por la sociedad. Es la conducta más
difundida en la sociedad.
Innovación: El individuo se
plantea fines aceptados pero rechaza los medios aceptados socialmente, se
adhiere a la frase “el fin justifica los medios”.
Ritualismo: La persona no
se plantea metas, sin embargo utiliza ciertos medios institucionalizados. Las
frases típicas del ritualista: “me alcanza con lo que tengo”, “lo importante es
tener trabajo”. La persona es rígida cuando cumple ciertos papeles
(burócratas).
Retraimiento: Es el tipo de
adaptación menos frecuente en la sociedad. Se trata de una situación en la cual
se llega a un equilibrio negativo: “perder todo para llegar a cualquier parte”,
el alcohólico, el drogadicto. El individuo ha internalizado
los valores y normas sociales durante su proceso de socialización
pero cuando percibe que los medios no son los adecuados para alcanzar los fines
entra en un conflicto que no es capaz de resolver. A partir de ahí se
autoexcluye de la sociedad y su conflicto desaparece.
Rebelión: Este
comportamiento se da en individuos que sustentan principios, pero no aceptan
los medios y fines institucionalizados y proponen nuevas metas y nuevos medios.
La rebelión no debe confundirse con el resentimiento, que tiene lugar cuando
las personas, al fracasar en su intento por lograr las metas culturales, se
desengañan de ellas. Cuando la rebelión se da en grupos relativamente pequeños
o poco poderosos en una sociedad, puede dar lugar a la formación de subculturas,
como algunos grupos juveniles.
Según
Merton la anomia no es más que el resultado de un proceso que tiene lugar en la
estructura social. Cuando el comportamiento desviado tiene éxito y se
generaliza, la conducta de las personas se hace imprevisible y hablamos de
Anomia social.
Diálogo entre Rantés, y su doctor.
"Su realidad es espantosa doctor"
jueves, 30 de marzo de 2017
Culturas
CULTURAS
"Creo que el hombre es un animal suspendido en unas telarañas de significados
que él mismo ha ido tejiendo. Las culturas son esas telarañas"
que él mismo ha ido tejiendo. Las culturas son esas telarañas"
Clifford Geertz. La interpretación de las culturas.
Por ahora, daremos una definición de CULTURA:
"La cultura es el conjunto de significaciones adquiridas, compartidas, que los miembros de un grupo, deben propagar sobre ellos mismos, induciendo estímulos, actitudes, representaciones y comportamientos comunes, para poder asegurar su reproducción."
[Camilleri 1985, :13].
Las culturas configuran una cierta manera de pensar, constituyen una manera determinada de ver el mundo, es la contemplación de lo que nos rodea, una cosmovisión si se quiere. Es el conjunto aprendido de pautas comunes de vida de un grupo social.
Hay tantas culturas como sociedades humanas. Las tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar confirman la cultura, es ese todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de la sociedad.
CARACTERÍSTICAS
2. Es compartida por los miembros de la sociedad.
3. Busca la adaptabilidad social al medio ambiente.
4. Presenta códigos simbólicos comunes.5. Es constitutiva del ser humano, no se llega a ser humano sin cultura.
ELEMENTOS
1. Creencias: Es el conjunto de ideas que prescriben formas para comportamientos correctos o incorrectos, y dan significado y propósito a la vida.
Pueden ser sumarios e interpretaciones del pasado, explicaciones del presente o predicciones del futuro, y pueden tener fundamento en el sentido común, sabiduría popular, religión o ciencia o en alguna combinación de éstos. (por ejemplo, si el espíritu humano continúa viviendo después de la muerte)
2. Valores: Son normas compartidas, abstractas, de lo que es correcto, deseable y digno de respeto. Aunque los valores son ampliamente compartidos, es raro que se adhieran los miembros de una cultura a éstos, en todas, más bien los valores establecen el tono general para la vida cultural y social.
3. Normas y sanciones: Son reglas acerca de lo que la gente debe o no debe hacer, decir o pensar en una situación determinada.
Las sanciones son las recompensas y castigos impuestos socialmente, con la cuales las personas son alentadas a apegarse a las normas.
4. Símbolos: Es algo que puede expresar o evocar un significado: un crucifijo o una estatua de Buda, un oso de juguete, una constitución; una bandera aunque no es más que una pieza de tela coloreada, es tratada con rito solemne e inspira sentimiento de orgullo y patriotismo.
Ciertos automóviles denotan riquezas, otros expresan juventud, audacia, estilo de vida, poder, En otras culturas una vaca o un cerdo de un color particular puede evocar sensaciones semejantes. (los significados culturales y personales se entrelazan)
5. Idioma o lenguaje: Es un juego de símbolos hablados (y muchas veces escrito) y reglas para combinar estos símbolos en modo significativo. El lenguaje ha sido llamado “el almacén de la cultura” .
Es el medio primario para captar, comunicar, discutir, cambiar y transmitir conocimientos compartidos a nuevas generaciones
6. Tecnología: Es un cuerpo de conocimientos prácticos y equipo para mejorar la eficacia de la labor humana y alterar el ambiente para uso humano; La tecnología crea un particular ambiente físico, social y psicológico.
ENDOCULTURACIÓN
La cultura de una sociedad tiende a ser similar en muchos aspectos de una generación a otra. En parte, esta continuidad en los estilos de vida se mantiene gracias al proceso conocido como endoculturación. La endoculturación es una experiencia de aprendizaje parcialmente consciente y parcialmente inconsciente a través de la cual la generación de más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de pensar y comportarse tradicionales. Así, los niños chinos usan palillos en lugar de tenedores, hablan una lengua tonal y aborrecen la leche porque han sido endoculturados en la cultura china en vez de en la de Uruguay. La endoculturación se basa, principalmente, en el control que la generación de más edad ejerce sobre los medios de premiar y castigar a los niños. Cada generación es programada no sólo para replicar la conducta de la generación anterior, sino también para premiar la conducta que se adecue a las pautas de su propia experiencia de endoculturación y castigar, o al menos no premiar, la conducta que se desvía de éstas. La incomprensión del papel que desempeña en el mantenimiento de las pautas de conducta y pensamiento de cada grupo forma el núcleo del fenómeno conocido como etnocentrismo.
Fuente: Cultura y nociones conexas - Fernándo Acevedo
ETNOCENTRISMO
El etnocentrismo es una actitud que consiste en considerar al grupo o cultura propia como superior, y es despreciativo respecto a otros grupos y culturas. Es la creencia de que nuestras propias pautas de conducta son siempre naturales, buenas e importantes, y que los extraños, por el hecho de actuar de manera diferente, viven según modos salvajes, inhumanos, repugnantes o irracionales. Las personas intolerantes hacia las diferencias culturales, normalmente, ignoran el siguiente hecho: si hubieran sido endoculturados en el seno de otro grupo, todos estos estilos de vida, supuestamente salvajes, inhumanos, repugnantes e irracionales serían ahora los suyos. Todos los antropólogos culturales son tolerantes y sienten curiosidad por las diferencias culturales.
La forma más simple de etnocentrismo es que una persona asuma ingenuamente que las premisas culturales son las mismas en todas partes. Todos nosotros somos probablemente culpables de esta clase de etnocentrismo, y nuestro enfoque parte de la tradición histórico-político occidental.
Esta posición universalista mantiene que existe un criterio moral aplicable a todos los grupos humanos, y se opone a la postura relativista que argumenta que los derechos son relativos al contexto cultural específico en el cual se desarrollan.
RELATIVISMO CULTURAL
Algunos, no obstante, han ido más lejos y adoptado el punto de vista, con arreglo al cual toda pauta cultural es, intrínsecamente, tan digna de respeto como las demás.
El relativismo cultural aparece como una respuesta al etnocentrismo, en base al argumento de que los valores de una sociedad dependen del sistema cultural en el cual se originan y por lo tanto no puede haber un criterio universal.
Aunque el relativismo cultural es una manera científicamente aceptable de referirse a las diferencias culturales, no constituye la única actitud científicamente admisible. Como todo el mundo, los antropólogos también se forman juicios éticos sobre el valor de las diferentes clases de pautas culturales. Nada hay de malo en tratar de estudiar ciertas pautas culturales porque se desee cambiarlas.
Un ejemplo práctico de este método es el de Adriana Kaplan, que propuso un rito de iniciación “alternativo” en Gambia: un rito de paso que incluyera la significación psicológica de “convertirse en mujer”, que fuera aceptable para su cultura, y que no incluyera la mutilación genital como elemento.
"Nosotros pretendemos un cambio desde el respeto, entendiendo su cultura. Por eso la vicepresidenta de Gambia estaba tan encantada con el proyecto. “Usted ha visto con ojos africanos”, me decía. Nuestra propuesta alternativa permite seguir manteniendo el significado del ritual. El gobierno de Gambia ha dado la bienvenida a este proyecto, porque estamos invirtiendo en el país, dejamos el conocimiento en su gente y sin que les cueste nada."
"Se nos ha acusado desde sectores feministas radicales de defender prácticas que atentan contra los derechos. No es cierto. La obligación que tenemos no es relativizar, es comprender y no juzgar. Y desde la comprensión, proponer. Eso es lo que hacemos."
CULTURA POPULAR
Hemos de distinguir entre cultura elitista, que son las manifestaciones culturales de las que se sirven las élites para distinguirse del resto de la sociedad, y cultura popular, que se refiere a las manifestaciones culturales ampliamente difundidas entre los miembros de una sociedad. Para los sociólogos la cultura elitista no es superior a la cultura popular.
La caracterización que hace Margulis de la cultura popular merece ser vista con cierto detenimiento. Para este autor: “La cultura popular es la cultura de los de abajo, fabricada por ellos mismos, carente de medios técnicos. Sus productores y consumidores son los mismos individuos; crean y ejercen su cultura. No es la cultura para ser vendida sino para ser usada. Responde a las necesidades de los grupos populares”. (Margulis, 1982: 44).
“La cultura popular auténtica, dentro de un contexto social de dominación y explotación, es el sistema de respuestas solidarias, creadas por los grupos oprimidos, frente a las necesidades de liberación”. (Margulis, 1982:44).
“La cultura popular surge en los sectores populares de la conciencia compartida -aunque en sus comienzos ésta sea una conciencia vaga, poco lúcida-de sus necesidades, carencias y opresión, y a su vez genera conciencia, solidaridad, un lenguaje y un cúmulo de símbolos, que permiten avanzar en la toma de conciencia y en la acción. La toma de conciencia popular pasa por sus propias creaciones, elaboradas y compartidas por sectores oprimidos a partir de una actividad solidaria. Y en esas formas culturales creadas por ellos reconocen y verifican sus circunstancias y su potencialidad de acción”. (Margulis, 1982: 46)
Fuente: "Cultura popular. Definiciones y acciones", Héctor Rosales.
Fuente: "Cultura popular. Definiciones y acciones", Héctor Rosales.
CULTURA DE MASAS
Según Carlos Juan Moneta las industrias culturales constituyen actualmente los actores predominantes en la cultura social y de masas.
Un porcentaje creciente de la producción cultural se realiza en forma industrial, circula por redes de comunicación y es recibida por consumidores masivos, que actúan como públicos de mensajes presentados como universales y neutrales, pero que esconden ideología.
Esta ideología disminuye la importancia de las diferencias nacionales, particularmente para las generaciones más jóvenes, que tienden a un comportamiento más homogéneo, con creciente independencia de sus perfiles religiosos, étnicos y nacionales.
En el marco de la globalización y, en los circuitos de comunicación electrónica, se produce una interacción de distintas actividades económicas y culturales generadas por diferentes actores privados y públicos, donde son más importantes la velocidad de circulación global y la capacidad de atracción de los contenidos (información y entretenimiento) que las tradiciones histórico-culturales locales.
La contracultura surge como una manifestación pequeña que se mantiene afuera del mercado y alejada de los medios de comunicación. Con el tiempo, dicho movimiento puede sumar adeptos y crecer: la contracultura, en este punto, puede generar un cambio en la cultura dominante o ser absorbida por ella.
Fuente: “Cultura y compromiso", Margaret Mead.
En el marco de la globalización y, en los circuitos de comunicación electrónica, se produce una interacción de distintas actividades económicas y culturales generadas por diferentes actores privados y públicos, donde son más importantes la velocidad de circulación global y la capacidad de atracción de los contenidos (información y entretenimiento) que las tradiciones histórico-culturales locales.
El impacto
sobre cada uno de nosotros y sobre nuestras sociedades, es múltiple y complejo.
En el caso de los países en desarrollo (y también en un segmento creciente de
las sociedades de los países desarrollados), el individuo se ve obligado a
enfrentar la profunda brecha que existe entre el amplio y rico menú que se le
ofrece en el plano del consumo y el
restringido acceso e incluso, la exclusión, al progreso material y a las
oportunidades de progreso. Aumentan las expectativas vinculadas a una cultura que
privilegia el consumo, al igual que las relativas a situaciones de frustración
para quienes no pueden alcanzarlo.
Fuente: "Cultura popular y de masas", Zubieta.
Fuente: "Cultura popular y de masas", Zubieta.
CONTRACULTURA
La cultura también puede manifestarse en forma de rechazo u oposición a los valores de una sociedad. Este tipo de manifestaciones culturales contrarias a los valores dominantes de una sociedad se le denomina contracultura. El ejemplo más gráfico de contracultura podemos encontrarlo en los movimientos juveniles. En los años ’60 surgió el movimiento “hippy” que se oponía a la guerra, y valores como la competitividad, el individualismo y el consumismo.
Los movimientos sociales y culturales que se caracterizan por el rechazo de los valores sociales y modos de vida establecidos. Así se denomina al conjunto de las actitudes, las acciones, las costumbres y los valores que resultan opuestos a los principios de la cultura dominante.
Los movimientos sociales y culturales que se caracterizan por el rechazo de los valores sociales y modos de vida establecidos. Así se denomina al conjunto de las actitudes, las acciones, las costumbres y los valores que resultan opuestos a los principios de la cultura dominante.
Puede decirse que la contracultura es la cultura de los movimientos que promueven y defienden estos modos de vida que son contrarios o diferentes a los más usuales. Por lo general se acepta que una tendencia es contracultural cuando existe un grupo de personas sosteniéndola durante un tiempo extendido. Se entiende que estos movimientos son los promotores del cambio cultural, proponiendo nuevos y "mejores" pautas culturales.
La contracultura surge como una manifestación pequeña que se mantiene afuera del mercado y alejada de los medios de comunicación. Con el tiempo, dicho movimiento puede sumar adeptos y crecer: la contracultura, en este punto, puede generar un cambio en la cultura dominante o ser absorbida por ella.
“El desarrollo del futuro depende de que los jóvenes puedan conducir a sus mayores en dirección a lo desconocido."
INTERCULTURALIDAD
Según la socióloga ecuatoriana Catherine Walsh desde los años 90 se da en América Latina en general, una nueva atención a la diversidad étnico-cultural; una atención que parte de reconocimientos jurídicos y una necesidad, cada vez mayor, de promover relaciones positivas entre distintos grupos culturales; de confrontar la discriminación, el racismo y la exclusión; de formar ciudadanos conscientes de las diferencias y capaces de trabajar conjuntamente en el desarrollo del país y en la construcción de una sociedad justa, equitativa, igualitaria y plural. La interculturalidad se inscribe en este esfuerzo.
La interculturalidad significa el contacto e intercambio entre culturas en términos equitativos; en condiciones de igualdad. Tal contacto e intercambio no deben ser pensados simplemente en términos étnicos sino a partir de la relación, comunicación y aprendizaje permanentes entre personas, grupos, conocimientos, valores, tradiciones, lógicas y racionalidades-distintas, orientados a generar y propiciar un respeto mutuo, y un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos y colectivos, por encima de sus diferencias culturales y sociales. En sí, la interculturalidad intenta romper con la historia hegemónica de una cultura dominante y otras subordinadas y, de esa manera, reforzar las identidades tradicionalmente excluidas para construir, tanto en la vida cotidiana como en las instituciones sociales, un con-vivir de respeto entre todos los grupos de la sociedad.
La interculturalidad no es una descripción de una realidad dada o lograda ni un atributo 'natural' de las sociedades y culturas. Más bien, es un proceso y una actividad continuos; la interculturalidad debiera ser pensada más como verbo de acción, tarea de toda la sociedad y no solamente de sectores indígenas y afrodescendientes. En sí la interculturalidad tiene el rol crítico, central y prospectivo en todas las instituciones sociales de reconstruir paso a paso sociedades, estructuras, sistemas y procesos (educativos, sociales, políticos) y de accionar entre todos relaciones, actitudes, valores, prácticas, saberes y conocimientos fundamentados en el respeto e igualdad, el reconocimiento de las diferencias y la convivencia democrática que, por la misma realidad social, es muchas veces conflictiva.
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