jueves, 30 de marzo de 2017

Culturas



CULTURAS

"Creo que el hombre es un animal suspendido en unas telarañas de significados
que él mismo ha ido tejiendo. Las culturas son esas telarañas"

Clifford Geertz. La interpretación de las culturas. 



Por ahora, daremos una definición de CULTURA:

"La cultura es el conjunto de significaciones adquiridas, compartidas, que los miembros de un grupo, deben propagar sobre ellos mismos, induciendo estímulos, actitudes, representaciones y comportamientos comunes, para poder asegurar su reproducción."
[Camilleri 1985, :13].

Las culturas configuran una cierta manera de pensar, constituyen una manera determinada de ver el mundo, es la contemplación de lo que nos rodea, una cosmovisión si se quiere. Es el conjunto aprendido de pautas comunes de vida de un grupo social.
Hay tantas culturas como sociedades humanas. Las tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar confirman la cultura, es ese todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de la sociedad. 


CARACTERÍSTICAS


1. La cultura se aprende, a través del proceso de endoculturación.
2. Es compartida por los miembros de la sociedad.
3. Busca la adaptabilidad social al medio ambiente.
4. Presenta códigos simbólicos comunes.
5. Es constitutiva del ser humano, no se llega a ser humano sin cultura.


ELEMENTOS

1. Creencias: Es el conjunto de ideas que prescriben formas para comportamientos correctos o incorrectos, y dan significado y propósito a la vida.
Pueden ser sumarios e interpretaciones del pasado, explicaciones del presente o predicciones del futuro, y pueden tener fundamento en el sentido común, sabiduría popular, religión o ciencia o en alguna combinación de éstos. (por ejemplo, si el espíritu humano continúa viviendo después de la muerte)

2. Valores: Son normas compartidas, abstractas, de lo que es correcto, deseable y digno de respeto. Aunque los valores son ampliamente compartidos, es raro que se adhieran los miembros de una cultura a éstos, en todas, más bien los valores establecen el tono general para la vida cultural y social.

3. Normas y sanciones: Son reglas acerca de lo que la gente debe o no debe hacer, decir o pensar en una situación determinada.
Las sanciones son las recompensas y castigos impuestos socialmente, con la cuales las personas son alentadas a apegarse a las normas.

4. Símbolos: Es algo que puede expresar o evocar un significado: un crucifijo o una estatua de Buda, un oso de juguete, una constitución; una bandera aunque no es más que una pieza de tela coloreada, es tratada con rito solemne e inspira sentimiento de orgullo y patriotismo.
Ciertos automóviles denotan riquezas, otros expresan juventud, audacia, estilo de vida, poder, En otras culturas una vaca o un cerdo de un color particular puede evocar sensaciones semejantes. (los significados culturales y personales se entrelazan)

5. Idioma o lenguaje: Es un juego de símbolos hablados (y muchas veces escrito) y reglas para combinar estos símbolos en modo significativo. El lenguaje ha sido llamado “el almacén de la cultura” .
Es el medio primario para captar, comunicar, discutir, cambiar y transmitir conocimientos compartidos a nuevas generaciones

6. Tecnología: Es un cuerpo de conocimientos prácticos y equipo para mejorar la eficacia de la labor humana y alterar el ambiente para uso humano; La tecnología crea un particular ambiente físico, social y psicológico.



ENDOCULTURACIÓN


La cultura de una sociedad tiende a ser similar en muchos aspectos de una generación a otra. En parte, esta continuidad en los estilos de vida se mantiene gracias al proceso conocido como endoculturación. La endoculturación es una experiencia de aprendizaje parcialmente consciente y parcialmente inconsciente a través de la cual la generación de más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de pensar y comportarse tradicionales. Así, los niños chinos usan palillos en lugar de tenedores, hablan una lengua tonal y aborrecen la leche porque han sido endoculturados en la cultura china en vez de en la de Uruguay. La endoculturación se basa, principalmente, en el control que la generación de más edad ejerce sobre los medios de premiar y castigar a los niños. Cada generación es programada no sólo para replicar la conducta de la generación anterior, sino también para premiar la conducta que se adecue a las pautas de su propia experiencia de endoculturación y castigar, o al menos no premiar, la conducta que se desvía de éstas. La incomprensión del papel que desempeña en el mantenimiento de las pautas de conducta y pensamiento de cada grupo forma el núcleo del fenómeno conocido como etnocentrismo.


Fuente: Cultura y nociones conexas - Fernándo Acevedo

ETNOCENTRISMO

El etnocentrismo es una actitud que consiste en considerar al grupo o cultura propia como superior, y es despreciativo respecto a otros grupos y culturas. Es la creencia de que nuestras propias pautas de conducta son siempre naturales, buenas e importantes, y que los extraños, por el hecho de actuar de manera diferente, viven según modos salvajes, inhumanos, repugnantes o irracionales. Las personas intolerantes hacia las diferencias culturales, normalmente, ignoran el siguiente hecho: si hubieran sido endoculturados en el seno de otro grupo, todos estos estilos de vida, supuestamente salvajes, inhumanos, repugnantes e irracionales serían ahora los suyos. Todos los antropólogos culturales son tolerantes y sienten curiosidad por las diferencias culturales. 

La forma más simple de etnocentrismo es que una persona asuma ingenuamente que las premisas culturales son las mismas en todas partes. Todos nosotros somos probablemente culpables de esta clase de etnocentrismo, y nuestro enfoque parte de la tradición histórico-político occidental. 

Esta posición universalista mantiene que existe un criterio moral aplicable a todos los grupos humanos, y se opone a la postura relativista que argumenta que los derechos son relativos al contexto cultural específico en el cual se desarrollan. 

RELATIVISMO CULTURAL

Algunos, no obstante, han ido más lejos y adoptado el punto de vista, con arreglo al cual toda pauta cultural es, intrínsecamente, tan digna de respeto como las demás.

El relativismo cultural aparece como una respuesta al etnocentrismo, en base al argumento de que los valores de una sociedad dependen del sistema cultural en el cual se originan y por lo tanto no puede haber un criterio universal. 

Aunque el relativismo cultural es una manera científicamente aceptable de referirse a las diferencias culturales, no constituye la única actitud científicamente admisible. Como todo el mundo, los antropólogos también se forman juicios éticos sobre el valor de las diferentes clases de pautas culturales. Nada hay de malo en tratar de estudiar ciertas pautas culturales porque se desee cambiarlas.


Un ejemplo práctico de este método es el de Adriana Kaplan, que propuso un rito de iniciación “alternativo” en Gambia: un rito de paso que incluyera la significación psicológica de “convertirse en mujer”, que fuera aceptable para su cultura, y que no incluyera la mutilación genital como elemento. 

"Nosotros pretendemos un cambio desde el respeto, entendiendo su cultura. Por eso la vicepresidenta de Gambia estaba tan encantada con el proyecto. “Usted ha visto con ojos africanos”, me decía. Nuestra propuesta alternativa permite seguir manteniendo el significado del ritual. El gobierno de Gambia ha dado la bienvenida a este proyecto, porque estamos invirtiendo en el país, dejamos el conocimiento en su gente y sin que les cueste nada." 

"Se nos ha acusado desde sectores feministas radicales de defender prácticas que atentan contra los derechos. No es cierto. La obligación que tenemos no es relativizar, es comprender y no juzgar. Y desde la comprensión, proponer. Eso es lo que hacemos."


CULTURA POPULAR


Hemos de distinguir entre cultura elitista, que son las manifestaciones culturales de las que se sirven las élites para distinguirse del resto de la sociedad, y cultura popular, que se refiere a las manifestaciones culturales ampliamente difundidas entre los miembros de una sociedad. Para los sociólogos la cultura elitista no es superior a la cultura popular.

La caracterización que hace Margulis de la cultura popular merece ser vista con cierto detenimiento. Para este autor: “La cultura popular es la cultura de los de abajo, fabricada por ellos mismos, carente de medios técnicos. Sus productores y consumidores son los mismos individuos; crean y ejercen su cultura. No es la cultura para ser vendida sino para ser usada. Responde a las necesidades de los grupos populares”. (Margulis, 1982: 44).

“La cultura popular auténtica, dentro de un contexto social de dominación y explotación, es el sistema de respuestas solidarias, creadas por los grupos oprimidos, frente a las necesidades de liberación”. (Margulis, 1982:44).

“La cultura popular surge en los sectores populares de la conciencia compartida -aunque en sus comienzos ésta sea una conciencia vaga, poco lúcida-de sus necesidades, carencias y opresión, y a su vez genera conciencia, solidaridad, un lenguaje y un cúmulo de símbolos, que permiten avanzar en la toma de conciencia y en la acción. La toma de conciencia popular pasa por sus propias creaciones, elaboradas y compartidas por sectores oprimidos a partir de una actividad solidaria. Y en esas formas culturales creadas por ellos reconocen y verifican sus circunstancias y su potencialidad de acción”. (Margulis, 1982: 46)

Fuente: "Cultura popular. Definiciones y acciones", Héctor Rosales.

CULTURA DE MASAS

El modelo de producción predominante genera productos culturales para ser consumidas por públicos masivos: revistas, diarios, música, películas, ropa, accesorios, espectáculos, y otros consumos. Este modelo productivo nos promete una inclusión abstracta (desde lo dicho) y una exclusión concreta (desde los hechos), es decir nos incluye a todos pero acceden unos pocos. A través de ese proceso se legitiman de las diferencias sociales dado que, en principio, todos/as tenemos la invitación a “participar”. En este circuito de comunicación masiva se reproduce lo “lindo” y lo “bueno” en lo cultural: lo necesario resulta ser aquello que se adapta a las propuestas del consumo y del orden político existente. Siempre respaldado por un discurso “objetivo”.



Según Carlos Juan Moneta las industrias culturales constituyen actualmente los actores predominantes en la cultura social y de masas. 

Un porcentaje creciente de la producción cultural se realiza en forma industrial, circula por redes de comunicación y es recibida por consumidores masivos, que actúan como públicos de mensajes presentados como universales y neutrales, pero que esconden ideología.
Esta ideología disminuye la importancia de las diferencias nacionales, particularmente para las generaciones más jóvenes, que tienden a un comportamiento más homogéneo, con creciente independencia de sus perfiles religiosos, étnicos y nacionales.

En el marco de la globalización y, en los circuitos de comunicación electrónica, se produce una interacción de distintas actividades económicas y culturales generadas por diferentes actores privados y públicos, donde son más importantes la velocidad de circulación global y la capacidad de atracción de los contenidos (información y entretenimiento) que las tradiciones histórico-culturales locales.

El impacto sobre cada uno de nosotros y sobre nuestras sociedades, es múltiple y complejo. En el caso de los países en desarrollo (y también en un segmento creciente de las sociedades de los países desarrollados), el individuo se ve obligado a enfrentar la profunda brecha que existe entre el amplio y rico menú que se le ofrece en  el plano del consumo y el restringido acceso e incluso, la exclusión, al progreso material y a las oportunidades de progreso. Aumentan las expectativas vinculadas a una cultura que privilegia el consumo, al igual que las relativas a situaciones de frustración para quienes no pueden alcanzarlo.

Fuente: "Cultura popular y de masas", Zubieta.




CONTRACULTURA

La cultura también puede manifestarse en forma de rechazo u oposición a los valores de una sociedad. Este tipo de manifestaciones culturales contrarias a los valores dominantes de una sociedad se le denomina contracultura. El ejemplo más gráfico de contracultura podemos encontrarlo en los movimientos juveniles. En los años ’60 surgió el movimiento “hippy” que se oponía a la guerra, y valores como la competitividad, el individualismo y el consumismo.

Los movimientos sociales y culturales que se caracterizan por el rechazo de los valores sociales y modos de vida establecidos. Así se denomina al conjunto de las actitudes, las acciones, las costumbres y los valores que resultan opuestos a los principios de la cultura dominante.


Puede decirse que la contracultura es la cultura de los movimientos que promueven y defienden estos modos de vida que son contrarios o diferentes a los más usuales. Por lo general se acepta que una tendencia es contracultural cuando existe un grupo de personas sosteniéndola durante un tiempo extendido. Se entiende que estos movimientos son los promotores del cambio cultural, proponiendo nuevos y "mejores" pautas culturales.

La contracultura surge como una manifestación pequeña que se mantiene afuera del mercado y alejada de los medios de comunicación. Con el tiempo, dicho movimiento puede sumar adeptos y crecer: la contracultura, en este punto, puede generar un cambio en la cultura dominante o ser absorbida por ella.

“El desarrollo del futuro depende de que los jóvenes puedan conducir a sus mayores en dirección a lo desconocido."

Fuente: “Cultura y compromiso", Margaret Mead.




 INTERCULTURALIDAD

Según la socióloga ecuatoriana Catherine Walsh desde los años 90 se da en América Latina en general, una nueva atención a la diversidad étnico-cultural; una atención que parte de reconocimientos jurídicos y una necesidad, cada vez mayor, de promover relaciones positivas entre distintos grupos culturales; de confrontar la discriminación, el racismo y la exclusión; de formar ciudadanos conscientes de las diferencias y capaces de trabajar conjuntamente en el desarrollo del país y en la construcción de una sociedad justa, equitativa, igualitaria y plural. La interculturalidad se inscribe en este esfuerzo.

La interculturalidad significa el contacto e intercambio entre culturas en términos equitativos; en condiciones de igualdad. Tal contacto e intercambio no deben ser pensados simplemente en términos étnicos sino a partir de la relación, comunicación y aprendizaje permanentes entre personas, grupos, conocimientos, valores, tradiciones, lógicas y racionalidades-distintas, orientados a generar y propiciar un respeto mutuo, y un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos y colectivos, por encima de sus diferencias culturales y sociales. En sí, la interculturalidad intenta romper con la historia hegemónica de una cultura dominante y otras subordinadas y, de esa manera, reforzar las identidades tradicionalmente excluidas para construir, tanto en la vida cotidiana como en las instituciones sociales, un con-vivir de respeto entre todos los grupos de la sociedad.

La interculturalidad no es una descripción de una realidad dada o lograda ni un atributo 'natural' de las sociedades y culturas. Más bien, es un proceso y una actividad continuos; la interculturalidad debiera ser pensada más como verbo de acción, tarea de toda la sociedad y no solamente de sectores indígenas y afrodescendientes. En sí la interculturalidad tiene el rol crítico, central y prospectivo en todas las instituciones sociales de reconstruir paso a paso sociedades, estructuras, sistemas y procesos (educativos, sociales, políticos) y de accionar entre todos relaciones, actitudes, valores, prácticas, saberes y conocimientos fundamentados en el respeto e igualdad, el reconocimiento de las diferencias y la convivencia democrática que, por la misma realidad social, es muchas veces conflictiva.