Modernidad
La
modernidad es definida de formas muy distintas, tiene que ver con las pautas
sociales relacionadas con la industrialización.
La modernidad se refiere al orden social surgido tras la ilustración y relacionado
con el progreso que cuestiona todas las formas de actuar de las sociedades
tradicionales y establece sus propias reglas de actuación, centradas en la
ciencia, el desarrollo económico, y
las leyes.
Se
caracteriza la modernidad a partir de cuatro dimensiones:
El
declive de las comunidades tradicionales, basadas en la solidaridad fundada en
una misma visión del mundo, con papeles bien definidos y gran sentido de
identidad y pertenencia.
La
expansión de las decisiones personales, el individuo moderno se hace cargo de
su propia vida, elige entre diferentes estilos de vida.
El
aumento de la diversidad de creencias, la racionalidad y la ciencia han hecho
perder influencia a las creencias religiosas.
La
orientación de las conductas es hacia el futuro, al contrario que en las
sociedades tradicionales que se centraban en el pasado.
La
modernidad no es estática, sino dinámica. Desde sus orígenes ha estado sometida
a constantes transformaciones.
Atendiendo
a los tres grandes paradigma teóricos de la sociología podemos observar cómo
conciben
la modernidad.
El paradigma Positivista (Durkheim) considera la modernización como el proceso de desarrollo
de la sociedad
de masas, que significa un modelo social en
el que la industria y la división social del trabajo han erosionado los lazos
sociales tradicionales, y se caracteriza por las estructuras de parentesco débil,
las comunidades impersonales y los individuos atomizados. La explosión
demográfica, la urbanización y la especialización han hecho que las personas se
conozcan por su profesión; los medios de comunicación de masas sustituyen las
formas de comunicación directa, y las grandes organizaciones –y el Estado–
ocupan cada vez más espacio y penetran en la vida de los individuos. Aumentan,
también, los derechos individuales y la tolerancia hacia las diferencias y
mejora el nivel de vida, pero se incrementa la impersonalidad, el egocentrismo
y la falta de normas comunitarias. Como consecuencia de ello, los individuos
están más aislados y ansiosos. La teoría de la sociedad de masas sugiere que la
gran diversidad social, la atomización y el vertiginoso cambio social pueden
dificultar que muchas personas adquieran una identidad coherente con su entorno
social. Y así como en la sociedad tradicional abundaba el tipo de vínculo entre
las personas dirigido por la tradición (Solidaridad mecánica), que expresaba
una conformidad rígida con los modos de vida venerados por sus antepasados, en
la sociedad moderna impera el tipo de vinculo dirigido por los otros (Solidaridad
orgánica), que supone una receptividad a las últimas tendencias y modas, a
menudo expresadas en la práctica de imitar a los demás.
El paradigma crítico (Marx), plantea
que la modernidad adopta la forma de una sociedad de clases, una sociedad
capitalista que muestra una profunda desigualdad social. Y es esta enorme
desigualdad la que genera esa impotencia personal propia de las sociedades
modernas. El capitalismo, insaciable en su crecimiento de la producción y el
consumo, y basado en el interés individual, promueve el egocentrismo y
convierte al ser humano en mercancía en un doble sentido, por una parte como
fuente de trabajo y por otra como mercado de consumo. El individuo es una mera
pieza de un mecanismo social. El capitalismo también promueve la ciencia, como
fuente de productividad.
Por
otra parte desde la teoría crítica se insiste en que lo que impide la promesa
de libertad individual es la persistente desigualdad que hace que muchas
personas se enfrenten cotidianamente con una gran incertidumbre económica y una
enorme carencia
de
poder. Las personas no sufren por exceso de libertad sino por la concentración del
poder y la riqueza, del conocimiento y la tecnología, en pocas manos. La
modernidad no es racional sino irracional, porque no consigue cubrir las
necesidades más básicas de miles de personas. La idea del progreso es desde
este punto de vista muy discutible.
Posmodernidad
La posmodernidad surge como término a mediados del siglo XX como una manifestación del arte, y es tomada por Lyotard en los ochenta, introduciéndolo en la sociología.Poco más tarde harán lo propio otras ciencias sociales. La definición del concepto, ha provocado un intenso debate entre autores que lo aceptan como referencia del fracaso de la modernidad (Lyotard, Vattimo o Lipovestki) y otros autores que rechazan la idea misma de posmodernidad (Habermas, Giddens y Beck).
Los
argumentos de los defensores del concepto de posmodernidad señalan que:
La
modernidad ha fracasado, no ha alcanzado sus objetivos. La fusión entre
desarrollo
industrial
y la razón iba a diseñar un mundo mejor y no ha sido así, se han multiplicado
las
diferencias.
La
ciencia ya no sirve para explicar la realidad. No sólo no ha resuelto los
problemas que
iba
a resolver sino que ha generado nuevos riesgos. La ciencia se ha convertido en
un instrumento del
poder que no busca la verdad sino servir unos intereses determinados, se ha convertido
en ideología.
El
progreso se desmorona a finales del siglo XX. Por todas partes surge la idea de
crisis, los conflictos locales y globales, el incremento del desempleo global,
la destrucción del planeta, el
agotamiento de recursos etc. La secularización ha convertido al progreso en
rutina, la renovación
permanente de las cosas solo sirve para el mantenimiento del sistema mediante la
gasolina del consumo.
En
la modernidad sirvieron como emancipadoras de la autoconciencia y situaron en
el
centro
del sistema a lo material. Ahora con el auge de las tecnologías de la
información y la
comunicación
se ha abierto un ideal de emancipación que ha erosionado el principio de
realidad. La
familia ha mudado su condiciones y estamos ante nuevas formas de relación entre las
personas.
La
cultura, que como estandarte de la modernidad iba a permitir la relación y el
intercambio
entre
los pueblos, se ha convertido en pura mercancía. Las vanguardias culturales y
artísticas están sometidas al mercado. Todo lo que gira en torno a la
posmodernidad es pura representación.
Calidad
de vida: la modernidad extendió la idea del desarrollo como mejora de las
condiciones de vida de la humanidad.
El
progreso, la ciencia y la racionalidad no lo han logrado y muchas personas
están aún peor. El capitalismo destruye el trabajo, establece condiciones de
trabajo precarias, han aumentado los riesgos medioambientales y se ha reducido
la calidad de vida.
La
postmodernidad significa una radicalización de la modernidad que ha llevado a
un acomodo del individuo aceptando el presente como objetivo de la vida
cotidiana.
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